El kéfir es un hongo obtenido de la leche fermentada, el cual contiene excelentes propiedades para regular el tránsito intestinal. No obstante, el kéfir como laxante también es una buena opción natural. De esta forma se limpia y desintoxica el organismo.
El Kéfir como laxante
El kéfir es un hongo que surge de la fermentación de sustancias como la leche, el té o incluso el agua. Se origina de la combinación de bacterias probióticas, como también de algunas levaduras. Sus componentes hacen que el kéfir sea un excelente aliado para la salud. Alivia el estrés, limpia el organismo, mejora los procesos intestinales. Funciona contra el asma, baja la hipertensión arterial, y reduce las inflamaciones.
Existen tres tipos de kéfir: el de té, el de leche y el de agua. El kéfir de leche es perfecto para la desintoxicación del cuerpo, y para el buen desarrollo del tránsito intestinal, pues es por naturaleza un digestivo, el cual ayuda a mejorar también la flora intestinal.
Todos los kéfir funcionan para las mismas complicaciones, no obstante el de leche tiene un efecto rápido y es más fácil de preparar.
El kéfir de leche puede utilizarse como laxante si se deja macerar por unas horas. Lo recomendable es dejarlo unas 24 horas. Si se macera 48 horas o un tiempo cercano a esto, el kéfir funcionará como astringente, lo cual sería ideal para operaciones por alguna complicación en particular. Si lo que se necesitas es un laxante para limpiar las vías, con 24 horas bastará para lograr el objetivo.
¿Cómo preparar el kéfir como laxante?
Para usar la leche como laxante primero se debe realizar el kéfir. Este se obtiene fermentando la lactosa (leche) a través de una matriz con polisacáridos. Se logra la fermentación dentro de 24 horas dejando la leche en un frasco de vidrio sellado totalmente. En el proceso se fermenta la leche para producir el hongo que se constituye de levaduras fermentadas con lactosa y sin lactosa. Esto resulta en una fermentación lacto-alcohólica.
Forma de tomarlo
El kéfir puede ser tomado diariamente mezclado con zumo de limón u otras frutas. También puede comerse como si fuese un yogur. Lo recomendable es comerlo por las mañanas sin que cruce con el horario de las comidas. Pero si se quiere lograr un efecto laxante el kéfir debe ser tomado por la noche y en gran cantidad. De esta forma se limpiara todo el organismo.
El kéfir como laxante para los intolerantes a la lactosa
La leche luego de un proceso de fermentación de 24 horas ha cambiado tanto su estructura que ha quedado vaciada de lactosa. Esta es reemplazada por vitaminas y minerales, como otras propiedades que más bien fortalecen el cuerpo. Por tanto si se requiere de una función laxante de forma natural para una persona intolerante a la lactosa, no hay problema de que se acuda al kéfir. La leche deja de ser leche.
Si no se está seguro de ello también se puede usar el kéfir de agua, el cual se logra al mezclar con azúcar con unos cuantos gránulos de kéfir.
Eficacia del kéfir
Al ser un producto natural muchos podrán durar de su efecto laxante, frente a esto hay que comentar que todo depende de las cantidades que consumamos por la noche. Si lo mezclamos con zumo no tendrá el mismo efecto que al consumirlo solo. Es recomendable comerlo como yogur y pasadas las 24 horas de fermentación, no menos, no más. Si se pasa a las 46 horas el efecto podría ser el contrario a laxante.